Pese al auge de la extrema derecha en el continente, Vox se enfrenta a los esfuerzos del Partido Popular para aglutinar el descontento contra las políticas de izquierda de Pedro Sánchez, tratando de captar votos tanto a la derecha como en el centro.
PUBLICIDADEn las calles de Madrid, los militantes del Partido Popular despliegan una campaña de afiliación, instando a los ciudadanos a unirse al "Equipo Ayuso". La presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, brilla como una de las figuras más destacadas del PP. Su mayor éxito: haber sido la primera líder conservadora en detener el avance de la extrema derecha de Vox.
"Estoy convencido de que ese votante de Vox tiene las mismas preocupaciones y los mismos gustos que yo. Por tanto, si quiere que sus reivindicaciones se lleven a cabo, que haga un voto útil y realmente apoye al partido que las va a llevar al parlamento europeo", declara Luis Monedero, militante de las Nuevas Generaciones del PP.
La estrategia de Ayuso se ha destacado por su habilidad para arrebatar miles de votos a Vox, adoptando discursos que resuenan entre el electorado más inclinado a la derecha. como la defensa de la libertad económica, similar al enfoque de Milei en Argentina, y la defensa de la unidad de España.
Isabel Díaz Ayuso no ha dudado en abanderar la guerra cultural contra la izquierda y atacar los que considera políticas feministas radicales llevadas a cabo por el gobierno de coalición de Pedro Sánchez, e incluso ha cargado contra los "políticos 2030", en referencia a los promotores de la Agenda 2030 que centran en numerosos casos las críticas de la extrema derecha en Europa.
La disputa por la bandera de la unidad de España
"La presidenta Ayuso ha liderado desde el principio la batalla de las ideas, que no necesariamente son las de la derecha. La gente se ha dado cuenta de que la izquierda ha convertido el feminismo radical excluyente en una industria, y han llevado al extremo el ecologismo absurdo, convirtiéndolo también en una industria. Aunque hayan tenido dudas en algún momento, al final, los jóvenes han vuelto a casa", afirma Ignacio Dancausa, presidente de las Nuevas Generaciones del PP de Madrid.
En contraste con el ascenso de la ultraderecha en Europa, Vox ha sufrido una pérdida de600.000 votosen las últimas elecciones generales. En la batalla por la amnistía de los líderes independentistas catalanes, el Partido Popular compite con Vox por ser el principal defensor de la unidad de España.
"Vox va a necesitar algo más que simplemente captar a votantes descontentos. Tendrá que demostrar que su voto es realmente más atractivo para esos electores que en su momento abandonaron al PP", señala Andrés Santana, profesor de ciencias políticas en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Dos perfiles para dos tipos de votantes
Entre el discurso de Díaz Ayuso y las posturas más moderadas de Alberto Núñez Feijoo, líder nacional del PP, el partido se enfrenta al desafío de atraer a los votantes de Vox sin alejar a los del centro derecha.
"Son líderes con puntos de vista bastante diferentes. Esto puede ser útil estratégicamente para el PP para captar votos diversos", añade Santana.
Pero Vox no ha dicho su última palabra. Las protestas de ganaderos y agricultores que se extienden por Europa podrían impulsar al partido de extrema derecha español en las elecciones europeas.
Pese a los desafíos, el partido de Abascal ha resistido el embate del PP en los comicios vascos, y se espera que mejore sus resultados con respecto a las elecciones europeas de 2019, consolidándose como la tercera fuerza política. El destino final de la extrema derecha en España se definirá en la campaña electoral.