Segundo episodio dedicado a las iniciativas de la campaña #ForOurPlanet, promovida cada año por la Unión Europea. Nuestro corresponsal Cyril Fourneris estuvo en Austria y Alemania.
En este episodio de 'The Road to Green', seguimos conociendo a más activistas que luchan todos los días por el planeta. Viajamos a Austria para descubrir nuevas formas de cambiar al mundo.
Dima es embajador del Pacto Europeo por el Clima, activista y videasta. Vive en Austria entre viajes: cada mes es voluntario en proyectos de protección de la biodiversidad y publica vídeos en su canal de Youtube, 'Be Brave to Act'.
"Creo que mucha gente quiere hacer algo, pero no sabe realmente dónde ir o qué puede hacer. Así que les muestro que hay gente y proyectos increíbles en todo el mundo", nos dice Dima.
Iniciativas divertidas para limpiar el planeta
Nos invitó a acompañarle a Graz, la segunda ciudad más grande de Austria, donde quería filmar algunas iniciativas. Nos reunimos con ‘Planet Matters’, un movimiento mundial de limpieza de plásticos. Además,son super populares en Tiktok: cuentan con más de 3 millones de suscriptores.
Su creador, Felix Krainer, de 23 años, viajó a Graz para filmar una gira de limpieza por Austria, donde lanzó un reto a los escolares: "El grupo que meta más basura en su bolsa en 25 minutos ¡se llevará un premio!”
"Nos gusta mucho utilizarlo para que el público más joven transmita un mensaje medioambiental positivo. Siempre intentamos que el espectador tenga una buena sensación al ver nuestros vídeos y que se sienta motivado para salir a la calle y pasar a la acción", comparte Felix.
Los proyectos ciudadanos que podrían marcar la diferencia
De vuelta a la ciudad, Dima ha oído hablar de otra iniciativa: Esta vez es un centro comunitario local, 'EggenLend', el que invita a los residentes a una limpieza. Aquí no hay desafío. Se trata de pasar un buen rato entre vecinos.
"Cuando pasamos por aquí, la gente empieza a hablar con nosotros y nos dicen '¡oh, yo también hago eso! ¡Y me gusta lo que hacen!'", nos cuenta la trabajadora social Anna Reupichler, trabajadora social.
Mientras los vecinos nos invitan a tomar el té, Dima hace balance de su día:
"Cuando haces algún viaje para atrapar a algún cazador furtivo, o filmar alguna ballena, parece muy atractivo, parece muy épico y especial, pero en realidad limpiar las calles o la naturaleza es igual de importante, porque todo es un ecosistema, y nosotros como humanos formamos parte de él. Ojalá esas personas fueran las verdaderas rockstars de hoy en día"
Hay millones de héroes de hoy. La Unión Europea les pide que se unan a través de su campaña anual #PorNuestroPlaneta. Se están celebrando actos en todo el mundo, desde Marruecos a Perú o Camboya. Con la idea de que cada gesto cuenta para el planeta.
Eso mismo nos dijo Katharina Kerbstat, otra activista que vive en Berlín. Nos ha prometido enseñarnos algunos proyectos ciudadanos muy chulos. Nos explicó en qué consiste ser embajadoradel Pacto Climático de la UE:
"Ponerse en contacto con otras personas de otros países europeos para cambiar las cosas desde la base y dar buenos consejos también a los políticos. Creo que tenemos que darnos un poco de prisa si tenemos en cuenta los datos científicos".
Katharina nos lleva a la calle 'Fritschestrasse', donde sus habitantes se han unido para "reverdecer" la calle. Un centenar de vecinos están convencidos de que más biodiversidad y belleza sería bueno para todos. Han creado espacios verdes e instaladoun sistema de recogida de aguas pluviales.
"Este es el primer barril de agua en la acera de Berlín. Y en realidad, para las flores y los árboles, el agua de lluvia es mucho mejor que el agua subterránea. Estos son los setos de Benjes. Y son muy buenos para los pequeños insectos. Y este es un hogar maravilloso para ellos. Este es un nuevo hogar para nuestras abejas y lo llamamos ‘Air Bee&Bee’", nos explica Jörg Winners, portavoz de la iniciativa 'Fritschestrasse'.
Pequeños esfuerzos, grandes resultados
Reverdecer las ciudades es una prioridad. También lo es restaurar los ecosistemas naturales. Katharina quiere enseñarnos un cercado de sapos en el bosque de Grunewald, uno de los puntos calientes de biodiversidad de Berlín.
Katharina nos lleva a rescatar algunos sapos y algunas ranas, porque es época de apareamiento y vienen del bosque en busca de agua. El objetivo es evitar que las atropellen. Cada día, unos cincuenta voluntarios y escolares se turnan para recoger ejemplares detrás de la valla. El año pasado, la asociación salvó 2500. Ayudando al ecosistema forestal a prosperar.
"Si pasan seis coches durante una hora, se extingue el 30% de la población de sapos. Si pasan 30 coches, los matas a todos. Los anfibios son el alimento de muchos animales y, para tener una gran variedad de especies, es necesario contar con un gran número de ejemplares. Y por eso estamos mejorando el número de ejemplares con todos los voluntarios", dice Karin Drong, educadora medioambiental de Ökowerk.