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Euroviews. El triunfo del lobby nuclear deja de lado la sostenibilidad

Una central termonuclear, ilustración
Una central termonuclear, ilustración Derechos de autor Ajay Pal Singh Atwal/Unsplash/Euronews
Derechos de autor Ajay Pal Singh Atwal/Unsplash/Euronews
Por Thomas Stuart Kirkland y Christiana Mauro
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Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no representan de ninguna manera la posición editorial de Euronews.
Este artículo se publicó originalmente en inglés

La Alianza Nuclear, formada por 14 países de la UE, presionó para que la energía nuclear obtuviera la etiqueta verde y reciba el mismo trato que las energías renovables

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La Comisión Europea, bajo la presidencia de Ursula von der Leyen, ha declarado oficialmente que la política climática es su prioridad. Pero a finales de agosto, en el Tribunal General Europeo de Luxemburgo, concluye la primera fase de una de las tres demandas contra la Comisión Europea dirigidas contra una pieza clave de la legislación europea sobre el Pacto Verde.

Estas demandas no fueron interpuestas por opositores a la política de mitigación del cambio climático, sino por quienes, entre ellos Austria y varios grupos ecologistas, quierenrevocar la Ley Delegada Complementaria sobre el Clima (CCDA), en vigor desde este mes de enero.

Ésta complementa el Reglamento de Taxonomía, una lista de actividades económicas consideradas sostenibles y, por tanto, susceptibles de inversión verde, y que incluye el gas y la energía nuclear.

¿Cómo se ha llegado a esta situación, en la que el ejecutivo de la UE, dedicado a cumplir su plan "Fit by 55" para reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero, se encuentra con que uno de sus propios Estados miembros ha puesto en tela de juicio su legislación verde?

Los críticos aseguran que se trata de una respuesta adecuada a uno de los triunfos más conspicuos del lavado de cara ecológico que se ha endilgado a la opinión pública. La inclusión del gas y la energía nuclear, dicen, viola todo el propósito del Reglamento sobre Taxonomía.

Los medios no se enteran

Este secuestro del instrumento clave de la política ecológica de la UE se ha logrado abiertamente a través de una campaña de desinformación llevada a cabo por el lobby nuclear.

En marzo de 2021, siete Estados miembros enviaron una carta a la Comisión Europea exigiendo la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía.

La intervención recibió cierta atención de los medios de comunicación en su momento, pero no fue de tipo crítico.

"Cuando un equipo de periodistas independientes desmenuzó las afirmaciones de la carta, descubrió que de las 25 afirmaciones fácticas que contenía, 20 eran ficticias o engañosas
JONATHAN NACKSTRAND/AFP or licensors
Un trabajador en la sala de turbinas del OL3, el último de los tres reactores de la central nuclear de la isla de Eurajoki, mayo de 2023.JONATHAN NACKSTRAND/AFP or licensors

No cabe duda de que los periodistas del día a día, con plazos muy ajustados, no siempre han estado dispuestos a profundizar en todos los recovecos de una noticia complicada ni a asumir la responsabilidad de posicionarse de forma tajante a favor de una de las partes de un asunto.

Pero en las últimas décadas ha surgido algo más insidioso: una parálisis ante el debate, una falta de voluntad de informar sobre la controversia científica y una tendencia a presentar ambas partes de una manera "justa y equilibrada" que pone en el mismo lugar la propaganda y los argumentos científicos. 

Como dijo el periodista retirado Jay Rosen: "No recibes muchas quejas si te limitas a escribir lo que dice todo el mundo y lo dejas así".

Pero esto sirve a los fines de la desinformación, que no es convencer, sino confundir y desmoralizar. En última instancia, inhabilita cualquier esfuerzo organizado para cambiar las cosas.

Las afirmaciones de Nuclear Seven son, de hecho, dudosas

Cuando un equipo de periodistas independientes desmenuzó las afirmaciones de la carta, descubrió que de las 25 afirmaciones objetivas de la carta, 20 eran ficticias o engañosas, incluidas las habituales afirmaciones dudosas sobre la "valiosa contribución" de la energía nuclear a la neutralidad climática.

Sin embargo, las conclusiones de la investigación no encontraron editor entre los medios europeos y pasaron desapercibidas.

La carta de los siete países a favor de la energía nuclear- Francia, Polonia, Hungría, Chequia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia - se vio reforzada diez días después por la publicación de un proyecto de informe del Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión Europea.

El alcance de la influencia de los siete países fiermantes y del informe del CCI en la decisión final de calificar formalmente la energía nuclear de sostenible no está claro, pero es probable que sea decisivo.
Ludovic Marin/AP
El presidente francés, Emmanuel Macron, habla durante la presentación del plan de inversiones "Francia 2030" en el Palacio del Elíseo en París, octubre de 2021.Ludovic Marin/AP

Se le había asignado la tarea de determinar si la energía nuclear cumplía los criterios de inclusión en la taxonomía, en concreto, el principio de no hacer daño significativo al medio ambiente. Y ello a pesar del insignificante hecho de que el CCI se creó en virtud del Tratado Euratom y sigue encargado de llevar a cabo investigación nuclear bajo los auspicios, y con la financiación, de Euratom.

El informe concluía que no había "pruebas con base científica" de que la energía nuclear pudiera hacer más daño al medio ambiente que otras actividades de la taxonomía.

Para sorpresa de nadie; pero para crítica considerable de los expertos, incluida una de las autoridades reguladoras nucleares de Alemania, y del propio Comité Científico de Salud, Medio Ambiente y Riesgos Emergentes de la Comisión Europea, que señalaron que las conclusiones del informe no estaban respaldadas por sus propios resultados.

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Otros señalaron que el mandato del CCI pasaba por alto muchos elementos críticos de la taxonomía. A pesar de estas severas críticas, cuando el informe final del CCI se publicó unos meses más tarde no contenía ninguna revisión.

La fanfarronería del lobby nuclear

No está claro hasta qué punto influyeron los los siete países y el informe del CCI en la decisión final de etiquetar formalmente la energía nuclear como sostenible, pero es probable que fuera decisiva.

Y animado por ello, el exitoso grupo de presión nuclear de la UE se ha comportado con notable fanfarronería.

De los siete signatarios de la carta de 2021, la Alianza Nuclear, como se la conoce ahora, se ha ampliado a 14 países de la UE con la incorporación, en febrero, de Bulgaria, Croacia, Finlandia y los Países Bajos, seguidos de Bélgica, Estonia y Suecia, con Italia como observador.

La Alianza Nuclear está liderada por Francia, cuya propia ley nacional excluye a la energía atómica de ser clasificada como inversión verde"
Laurent Cipriani/AP2011
A masked protester demonstrating for the halt of the production of nuclear energy in front of Bugey's nuclear plant in Saint-Vulbas, near Lyon, March 2011Laurent Cipriani/AP2011

La Alianza, que ahora representa a la mayoría de la UE, se ha atrevido a exigir, en su cuarta reunión celebrada en España el 11 de julio, que la energía nuclear reciba el mismo trato que las renovables en lo que respecta a la financiación de la UE y el fomento de proyectos conjuntos.

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Bajo el lema de la "neutralidad tecnológica" (un eco de la carta de 2021), la Alianza ya ha presionado con éxito para que se acepte el "hidrógeno rosa" producido con energía nuclear como "hidrógeno verde" y ha conseguido importantes concesiones en la revisión de la directiva sobre energías renovables, que casi duplicaría la cuota de renovables en el consumo total de energía de la UE para 2030.

Estas concesiones permiten un mayor papel de la energía nuclear en el cumplimiento de estos objetivos.

Todo vale

Como ironía culminante, la Alianza Nuclear está liderada por Francia, cuya propia ley nacional -un decreto de 2015 sobre la etiqueta "Energía y transición ecológica para el clima"- excluye a la energía atómica de la clasificación de inversión verde.

En "Desvío de la acción climática urgente", el experto nuclear de WISE Jan Haverkamp argumenta que el vigoroso cabildeo de la industria nuclear en Bruselas ha tenido una "influencia directa en la velocidad con la que se adoptan medidas climáticas urgentes", frenando la adopción de fuentes de energía renovables, lo que supone una bendición para la industria de los combustibles fósiles.

AP Photo/Michel Euler
Activistas medioambientales muestran una pancarta mientras protestan en el monumento del Panteón en apoyo al acuerdo climático de París, en París, diciembre de 2017.AP Photo/Michel Euler

Como la sostenibilidad ha perdido su sentido, todo está permitido. Y así, viviendo en el Upside Down, asistimos al triunfo del lobby nuclear.

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En el paisaje post-CCDA, los zombis nucleares han adquirido un nuevo brillo verde mientras se avergüenzan y barajan inútilmente, consumiendo todo el oxígeno en la conversación de política climática hasta que finalmente expiren en sobrecostos obscenos y no entrega de sus resultados gloriosamente prometidos pero ilusorios.

Thomas Stuart Kirkland y Christiana Mauro son reporteros freelance que cubren Europa del Este.

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